Víctor Santana quería estrenar su vuelta en solitario al ruedo techno con una serie de discos alrededor del número 7: 7 colores, 7 pecados capitales, las 7 notas, las 7 maravillas, los 7 colores del arco iris.
Para este primer disco de la serie, Victor Santana contó con la presencia de dos pivotes centrales del techno que se factura en Detroit, Orlando Voorn y Terrence Dixon.
Las máquinas en las portadas transmiten el gusto por lo analógico que rodea a Chaval Records con las cosas orgánicas y humanas. Para ilustrar la idea se pensó en añadir a los 5 sentidos el corazón y el cerebro y se introdujeron una serie de poemas escritos para la ocasión.
Para dar unidad al proyecto se generó una imagen de marca común a la serie creando una logotipo que jugase con el número 7 y el triángulo. Cada uno de los discos tomaría el color de uno de los colores del arcoiris, de tal forma que al verse ordenado de canto, generase una imagen con el arco iris como protagonista.
Al ser el primer disco de la serie, se quiso ilustrar con el corazón, como órgano principal que mueve al ser humano, en esa idea de huir de la imagen mental de máquinas a las que nos tiene acostumbrados el techno. Quería darle una visión mucho más orgánica y plasmar la idea de que Victor Santana hace un techno con máquinas desde el corazón. Por ello, se toma el color rojo como hilo conductor tanto en la generación del propio vinilo como en el resto de materiales: carpeta de imprenta, folletos, press-kit, newsletters, banners para web y redes sociales.
También se realizaron los vídeos para Youtube, los vídeo loops y los visuales.